Viajar en un primer sentido abre la mente del viajero. En cuanto pisas una tierra extraña tu corazón, entre que tiembla y vibra, no se limita a ese órgano, tus sentidos son bombardeados, comienzas a ver, oler, probar, escuchar cosas y situaciones igual nuevas para ti como la latitud en donde te encuentras. También tengo la teoría de que el cambio tan repentino de colocación geográfica hace que tu cuerpo se sienta distinto. Recuerdo que yo experimenté mucha ansiedad, presión atmosférica, y realmente Santiago no es tan alto...
Bueno en ese mismo viaje tuve la oportunidad de conocer una maravilla natural del mundo.
Glaciar Perito Morena, El Calafate
Bueno realmente no se si es que así se llama, pero el glaciar del perito moreno es una de las cosas más bonitas que he visto, tiene una presencia energética tan fuerte que realmente sientes en tu ser como este te oprime con su grandeza, el sólo hecho de sentarte en frente de él es imponente, aterran y gratificante. También visite otros lugares de Sudamerica como, Buenos Aires, Mendoza y Bariloche, ciudades del país de Argentina. Pensaba que no encontraría lugar más caliente que Hermosillo pero la capital de Argentina con ese Mar de Plata tan cerca de la plaza principal es terrible, la humedad se te mete por cada uno de tus sudorosos poros.
Lago Nahuel Huapi, Bariloche.
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